-Jamás
entendía a la gente cuando decía cometer locuras por amor, quizá es una
forma estúpida de decir que el fin justifica los medios. A decir verdad
nunca fui una persona expresiva. Supongo que a estas alturas te habrás
dado cuenta de que lo que te conté sobre mi está narrado en tiempo
pasado, eso es porque ella volteó mi mundo y me hizo verlo desde otra
perspectiva, aunque como dice el dicho: “No todo lo que brilla es oro”.
I
Eran mediados de febrero y
el calor del verano se hacía sentir más allá de la brisa nocturna que
aliviaba el sopor producto de las altas temperaturas. Como no era tan
tarde aún, decidí salir a fumar un cigarrillo y ya que estaba en ello
ver si el mercado estaba abierto para poder comprar algo fresco que
tomar.
Para poder llegar hasta mi destino tenía que atravesar una plaza, que por el calor que hacía estaba desierta -no los culpo, yo también quiero regresar a la comodidad de mi casa a prender el aire acondicionado-. Me apresure, aunque mi esfuerzo fue en vano dado que la tienda estaba cerrada.
Algo frustrado comencé con la caminata de
regreso, aparentemente tendría que conformarme con agua de la canilla.
Iba absorto en mis pensamientos cuando en el sector de juegos de la
plaza oigo una de las hamacas moverse -lo cual me pareció raro
porque no había tanto viento como para que se moviese sola, y cuando iba
hacia la tienda no había nadie cerca-.
Cuando dirijo mi vista hacia esa dirección la vi…
II
Una muchacha que debía
tener mi edad aproximadamente, estaba sentada mientras observaba la
luna. No se bien que, pero me sentí atraído como si se tratase de algún
hechizo, el brillo en sus ojos; su cabello castaño que ondulaba
suavemente, reflejaba la luz de la luna; su tez color blanca, parecía
como de porcelana.
Perdí la noción del tiempo, -pudieron haber pasado horas y aun así no me importaría- cuando
ella notó mi presencia y me hace señas para que me siente junto a ella.
Luego de unos segundos de estar en estado de shock, fui y me senté.
Era mucho más bonita de cerca, sus ojos
color verde claro me parecían dos piletas inmensas que me invitaban a
sumergirme en ellas; su cabello que ahora podía distinguir bien era de
un castaño rojizo, su boca y sus orejas eran pequeñas, hasta el punto de
parecer tiernas.
-Buenas noches, ¿qué haces a estas horas de la noche solo? . Oh perdona mis modales, me llamo Clara. -Su voz era melodiosa, pensé que de existir los ángeles su voz sería muy similar a esa, estaba hechizado-.
-Encantado
soy Adrián y salí para ver si podía conseguir algo fresco que tomar pero
no tuve suerte. De todos modos yo podría preguntarte lo mismo ¿qué hace
una chica tan bella a estas horas sola?, ¿qué no temes que te pase
nada?.
Entonces ella soltó una risita, si
antes estaba hechizado ahora era un idiota hipnotizado, esperando a que
el hipnotizador de una orden, esa fue por lejos la risa más bella que
había oído en mi vida
-A decir verdad estaba algo preocupada, me distraje mirando la luna y cuando me quise dar cuenta estaba acá sentada. -No era como si no la comprendiese, a menudo me ponía a ver el firmamento nocturno con sus incontables estrellas- Esto podrá parecerte raro. pero ¿podrías acompañarme?, no vivo tan lejos de aquí.
Estupefacto asentí con la cabeza -creo
que de la sorpresa tenía la boca abierta, porque escuché esa risa tan
melódica nuevamente-
III
La caminata fue breve y no dialogamos tanto, luego de unos pocos minutos Clara se detuvo .
-Gracias, aquí es. -era una casa de aspecto normal que no se destacaba tanto, como muchas otras casas del barrio-.
-Bueno, me alegra haberte podido ayudar.-dije mientras comenzaba tristemente a emprender mi regreso a casa, cuando ella me detuvo-
-Espera , ¿no quieres pasar a tomar algo? si no me equivoco dijiste que querías comprarte algo de tomar. -era cierto, a decir verdad estaba sediento, y era la excusa perfecta para pasar mas tiempo con ella-.
Hablamos toda la noche, sobre música, series
de televisión, libros, y varios tópicos más, teníamos muchos gustos en
común, una vez caída la madrugada cuando ya comenzaba a amanecer me
despedí -no sin antes haber intercambiado números y correos
electrónicos-.
Pasados unos días decido llamarla para
salir, a lo cual ella accede, y quedamos en encontrarnos en la plaza por
la noche -ese era el único horario libre que teníamos ambos: ella
estaba estudiando en la facultad y yo tenía un trabajo que me permitía
llegar a fin de mes-. Luego de varias salidas podría decirse que estaba
en una relación, aunque como dicen: “Si algo parece demasiado bueno para
ser cierto, es porque lo es”.
IV
Un día recibo un llamado de un número desconocido, cuando atiendo escucho una voz de hombre diciendo:
-Clara es mi novia, no la jodas más o te mato.
No tuve ni tiempo de responder cuando el
individuo en cuestión cuelga. El llamado en sí no me preocupó, pensaba
que no me pasaría nada, aun así no pude sacarme de la cabeza lo otro
que había dicho, sobre ser el novio de Clara.
Al día siguiente me reúno con ella y le comento lo sucedido.
-Perdoname Adrián, el que te llamo fue mi ex, pensé que ya lo había superado, pero veo que no. -realmente se veía preocupada-
-No es tu culpa, si quieres puedo hablar con el y ver si te deja tranquila. -creí que mis palabras podrían calmarla un poco, pero en cambio lograron lo contrario-
-!No! -era la primera vez que la veía exaltarse de esa forma- Esteban es un tipo violento, prometeme que no te vas a acercar a el. -sus ojos se pusieron vidriosos, estaba al borde del llanto-.
-Bueno, te lo prometo, pero vos prometeme que me avisas si te llega a molestar otra vez, para avisarle a la policía. -ahora sí, mis palabras habían podido consolarla-
Acurrucándose en mi pecho dijo en voz casi inaudible:
-Gracias mi amor, te lo prometo.
V
No volví a tener ningún
llamado más de Esteban, aparentemente otra cosa que dice la gente es
cierta: “Perro que ladra no muerde”. Una noche luego de haber cenado me
disponía a ir a dormir cuando escucho un estallido en la habitación
contigua, alguien había tirado una piedra a través de la ventana, y
pegada a la piedra había una nota que decía:
·-”Última advertencia, te dejas de joder o te mato“
Casi empiezo a reírme de la absurda amenaza,
eso de lanzar la piedra con una nota era un cliché que ya había visto
en varias series y películas. Aún así todo tiene un límite y esto ya
estaba llegando demasiado lejos, por lo que decidí llamar a Clara:
-El gracioso de Esteban me acaba de tirar una piedra con una nota por la ventana, que tipo poco original. -agregué eso ultimo entre risas como para que ella no se preocupara tanto-
Aunque me sorprendí cuando me dijo en un tono serio:
-Te espero en la plaza en media hora. -no se por qué exactamente pero tuve un mal presentimiento-
Una vez llegada la hora acordada la veo
llegar a la plaza y cuando intente saludarla besándola, ella corrió su
cara y puso una expresión seria, luego de unos segundos decido romper el
silencio:
-Esto esta llegando demasiado lejos, creo que mejor será avisar a las autoridades…-no tuve oportunidad de terminar lo que quería decir cuando ella me interrumpe-
-Eso es en vano, no hay nada que la policía pueda hacer. -no se que era, pero a diferencia de siempre ella se veía fría-
-Entonces escapémonos y vayamos a vivir a otro lado… -nuevamente no tuve oportunidad de terminar mi frase-
-Eso también va a ser inútil,,tarde o temprano nos va a encontrar. -comenzaba a sentirme asustado, la sensación de que algo malo iba a suceder era cada vez mayor-.
-Entonces ¿qué sugieres que hagamos? -comenzaba a irritarme, si tenía un plan era mejor que me lo diga en vez de hacerse la misteriosa-
-Adrían, ¿qué tanto me amas? -Me
quede pasmado unos segundos, esa pregunta en otro contexto no me
hubiera alarmado tanto, pero ahora mi temor es cada vez mayor-.
-Ya sabes que mucho
-¿Lo suficiente para hacer cualquier cosa que te pida?
-Cualquier cosa -era
definitivo, a quién tenia enfrente no era la dulce chica que yo amaba,
pero por más miedo que tuviese no podía resistirme a sus encantos-.
-Entonces, mata a Esteban. -no podía verme pero seguro mis ojos casi se salen de sus órbitas por la sorpresa-.
-Amor en serio, no jodas con eso. -mi preocupación comenzaba a verse reflejada en mi voz-
-¿Qué pasa, no
me amas?¿No dijiste que harías cualquier cosa?, lo estuve pensando y esa
es la única forma en la que vamos a poder estar tranquilos. -luego de lo que me parecieron minutos de estar pensándolo, decidí hacerlo-.
-Bueno, todo por estar juntos.
VI
Ya era pasada la medianoche
cuando llegamos a la casa de Esteban, observé que una de las ventanas
de la planta baja estaba abierta de par en par, sigilosamente entre por
ella y mire a mi alrededor, todo estaba en silencio, imaginé que el ya
estaría durmiendo, lo que me facilitaría el trabajo.
De la forma más silenciosa que pude agarré
un cuchillo de la cocina, el más grande y filoso que pude encontrar,
entonces me dispuse a subir al primer piso donde supuse se encontraban
las habitaciones, en efecto así era, entre en la habitación de Esteban y
lo vi, el desgraciado estaba durmiendo pacíficamente sin imaginarse lo
que estaba apunto de suceder.
Alcé el cuchillo y murmuré:
-Eras vos o yo, y no pienso renunciar a Clara tan fácilmente. Dicho
eso, baje el brazo lo más fuertemente posible, hundiendo el cuchillo en
el corazón de mi víctima, la cual comenzó a soltar un alarido y con las
pocas fuerzas que le quedaban me dijo:
-Nos mintió a los dos, ten cuidado. -y sus ojos se cerraron-
Me quede tumbado en el suelo unos segundos
contemplando el charco de sangre que brotaba del cuerpo que yacía
inerte, cuando de repente comencé a oír sirenas, pronto las luces azules
y rojas danzaban sobre el oscuro cuarto. Segundos después escucho un
estruendo proveniente de la entrada, los policías habían tumbado la
puerta y estaban subiendo a buscarme.
Mientras era escoltado hasta la patrulla la veo, a ese engendro endemoniado que alguna vez amé.
-Este sujeto estaba obsesionado conmigo y estaba cansado de verme con mi novio por lo que en un ataque de celos lo mató -pude
contemplar como su rostro se humedecía con esas lágrimas de cocodrilo, y
antes de que se cerrase la puerta de la patrulla me pareció verla sonreír-.
-Ahora
ya sabes mi historia, escribo esto porque la culpa es cada vez mayor y
la cárcel ya me está enloqueciendo, quería dejar registro de lo que paso
realmente antes de terminar con mi vida, y recuerda que no todo es lo
que parece.
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