Un joven que estudiaba en el colegio religioso llamado“Espíritu Santo” en la provincia de Córdoba (Argentina) se olvidó un libro en su pupitre y decidió regresar en el horario vespertino para poder recogerlo.
Tras saltar unas vallas y observar que no hubiera
nadie, el joven ingresó al aula por una ventana que estaba abierta ya
que era verano. Iba a su banco a buscar el libro cuando observa con sorpresa que una monja que no conocía lo estaba mirando desde uno de los pupitres.
Sin saber que hacer escuchó a la mujer de avanzada edad decirle si no era muy tarde para que estuviera allí,
a lo que le respondió que sólo venia a recoger el libro. La sonrisa de
la mujer lo tranquilizó y a continuación expresó: “No diré nada de esto,
pero a cambio tendrás que hacerme un favor, dale esto mañana a la directora, ella es buena amiga mía y tengo que devolvérselo”.
Se despidieron con un beso y al día siguiente, el joven fue a ver a la directora y le entregó el rosario que le había dado la mujer la noche anterior. La directora vio con asombro el rosario y le preguntó quien se lo había dado, por lo que debió contarle la historia.
La madre superiora le dijo que ese rosario se lo había regalado a la hermana Patrocinio y que esta había fallecido hacía….tres años.
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