Esta historia me la encontre por ahi, y soy un hombre
Siendo alguien que no conoce tanto de tecnología como una persona de
esta generación debería, sé muy poco sobre lo que puede hacer la
tecnología. Dejando de lado los e-mail, el MSN, y la descarga ocasional
de algo que era inaccesible para mí de otra manera en el momento, tengo
más o menos el mismo conocimiento que una persona de ochenta años pueda
poseer sobre el mundo electrónico.
Por ejemplo, y la causa de esta experiencia que voy a relatar, yo no
tenía idea de que alguien era capaz de hackear juegos de pokémon para
hacer sus propias sub-historias en el mundo, y menos podía imaginar que
era posible hacer una copia física de ese hack en un cartucho real.
Sin embargo, tuve la mala suerte de aprenderlo de una manera lo más perturbadora posible.
Cuando era más joven, Pokémon Oro fue mi primer juego de la popular
franquicia. Me hice muy unido a las pequeñas criaturas que mi personaje
(a quién le puse mi nombre incluso cuando elegí al personaje varón
siendo yo mujer) atrapó y ocasionalmente fantaseaba con las aventuras
que tendríamos en una línea de historia inventada por mi.
Eso no es muy importante ni viene al caso, de todas maneras.
Lo qué sí es importante es el hecho de que nunca abandoné mis
fantasías infantiles, las memorias de ese primer juego eran demasiado
adoradas por mí como para dejarlas ir. Por esa razón aún tengo mi viejo
cartucho de Pokémon Oro, completo con un abuso total del glitch de
copia. Sin embargo, me niego a re-comenzar mi juego, porque tengo miedo
de que se pierda la magia de ese antiguo juego.
Quería jugar una partida nueva completa de la versión con la recuerdo
que fui más feliz, pero cartuchos viejos son bastante difíciles de
encontrar fuera de la Internet hoy en día, lo máximo que puedo encontrar
en los mercados de artículos usados son juegos de GBA, y muy
difícilmente de pokémon.
Afortunadamente para mí, mi abuela aún apoya enteramente mi ya
antiguo amor por Pokémon y muy seguido me compra cajas de cartas,
juguetes, video casetes y otros productos con los que se encuentra en
sus frecuentes visitas a subastas locales. Para dejarles en claro, pocas
de las cosas que me da están en buenas condiciones: cosas olvidadas
hace mucho tiempo, guardadas en un mohoso sótano después de que la etapa
infantil del dueño casi nunca lo están. Pero, como son regalos de una
pariente muy querida, los atesoro como si estuvieran hechos de Oro (el
juego de palabras no fue mi intención).
Hace muy poco, ella me dio una caja con un video casete en perfectas
condiciones que contenía episodios del principio de la primera
temporada, varios cientos de cartas muy usadas y maltratadas,…y un
cartucho de juego de GBC sin etiqueta.
El cartucho era del familiar color dorado metálico del juego que
andaba buscando. Incluso cuando la etiqueta había sido removida, y una
enorme y roja X había sido dibujada en el lugar donde la pegatina solía
estar, podía decir con facilidad que juego era…¿cual otro podría tener
ese color? Podrán imaginar mi emoción por finalmente encontrar otra
copia (Odio ordenar cosas por Internet, por lo que esto fue un enorme
alivio). Agradecí a mi abuela con mucho amor y le prometí que jugaría ni
bien llegara a casa, lo cual hice.
Comenzar fue un poco difícil, no porque el juego estuviera dañada, si
no que le había vendido mi Gameboy Advance a mi hermano menor años
atrás por algunas de sus mejores cartas de pokémon…cuando algo le
pertenece a él, es difícil lograr que me lo preste. Supongo que así son
las relaciones de hermanos.
Después de varios sobornos, finalmente tuve en mis manos mi antigua
GBA y rápidamente introduje el juego. Escalofríos llenaron mi cuerpo
mientras la animación del inicio del juego comenzó a reproducirse,
enviando una ola de nostalgia sobre mí. Era bueno ver esa animación de
nuevo.
El juego se abrió normalmente, la pixelada imagen de Ho-oh volando
por el cielo debajo del titulo se presentó antes de dirigirme a la
normal pantalla de selección. La persona que había sido dueña del juego
antes que había dejado su partida en el juego, pero me importaba poco lo
que alguien hizo antes que yo. Considerando la condición en la que
estaban sus posesiones, debió haber sido muy joven. Mi sentido común me
decía que estaba condenado a conocer un equipo lleno de Pikachus con
nombres ridículos si me atrevía a abrir la partida.
Comencé un nuevo juego.
Aquí fue cuando noté que algo no estaba muy bien con el juego. La
común introducción que involucraba al profesor introduciéndote al mundo
de los pokémon no se mostró. En realidad, la cosa fue más o menos así:
Comenzó con una pantalla negra, que era bastante familiar
considerando que así era como las versiones Oro, Plata y Cristal
comenzaban. Pero, en vez de la normal ventanita de dialogo preguntando
“¿Qué hora es?”, la ventana decía algo así como…
………..
…….
…
Los pokémon no son más que herramientas.
Usalos, y luego tíralos a la basura.
……..
La pantalla negra se desvaneció, revelando un área vacía de noche. Me
parecía familiar; la recordaba vagamente como una ruta en una de las
partes del principio del juego, pero como no lo había jugado en tanto
tiempo, no pude darme cuenta de donde era.
En el silencio de esta escena, el sprite de tu rival –que yo, de
ahora en adelante llamaré Silver, como en los juegos originales- entraba
en escena desde la izquierda: Se movía un poco más lento de lo normal,
como si estuviera vacilante con respecto a algo. Una vez que llego al
medio, se paró y miró atrás para mirar el lugar de donde vino, luego
volvió a voltearse a donde estaba yendo, y volvió a caminar hacia atrás,
hacia el lugar del cual vino.
Por un momento, se paró allí mirando al lado izquierdo de la pantalla
antes de que una ventana de dialogo apareciera debajo de el diciendo
nada más que “…”. Después de eso, volvió a dar la vuelta, solo esta vez
saliendo de la pantalla.
La escena se desvaneció para ser reemplazada por Silver parado en el
lugar donde lo conoces por primera vez oficialmente, justo afuera del
laboratorio del Profesor Elm. Estaba claramente en una parte un poco más
avanzada del juego de lo normal, mientras se podía ver al profesor y a
sus asistentes saliendo del laboratorio yendo por diferentes caminos:
los asistentes dejaron la ciudad, y Elm caminó hacia abajo en la ciudad,
lo que me hace asumir que se fue a su casa en el pueblo. El personaje
de Gold (el protagonista usual) no se veía en ninguna parte.
Después de esa corta escena, la pantalla se quedó sobre Silver. Creí
que el juego se había congelado al principio, pero finalmente me di
cuenta que era capaz de moverlo. Honestamente estaba algo emocionada,
Silver fue –y siempre va a ser- mi rival favorito, y era interesante que
pudiera jugar siendo él.
Lo movió un poco más abajo para ver si podía explorar, pero me paraba
cada vez que daba un paso más lejos del frente del laboratorio. Una
ventana de dialogo saltaba diciendo “No puedo irme aún…”, y me hacía
retroceder un paso. Me moví hasta el lugar donde estaba parado
originalmente y me moví hacia la ventana. Funcionó como una puerta, ya
que me hizo entrar en el laboratorio.
Dejando de lado el equipamiento regular –estanterías con libros,
computadoras, cubos de basura, todo eso- el laboratorio estaba vacío; lo
que era de esperarse ya que los empleados se habían ido minutos antes.
En la mesa había una sola pokébola, y al no tener un pokémon aún, me
acerqué y la tomé.
Una ventana de dialogo apareció diciendo “Obtuviste un TOTODILE” pero
no se reprodujo la música usual de cuando se agarra un
objeto…aparentemente, robar no era tolerado ni por el juego. Después de
presionar “A”, me dio la opción de nombrar al pokémon, a lo que respondí
“Sí” ya que amo ponerle apodo a estas criaturas. Cuando me llevó a la
pantalla para nombrar, otra ventana de dialogo apareció, interrumpiendo
el proceso de nombramiento:
“¡No le pongas nombre! Solo generarás un vínculo inútil.
No lo ames, usalo.”
Era claramente la “voz” de la misma persona que habló al principio. Lo encontré extraño…
La pantalla para nombrar se desvaneció dejándome en el laboratorio
vacío, y de inmediato traté de salir por la puerta del frente, pero me
detuvo Silver diciendo “No saldré por ahí…”. Otra vez, fui hacia atrás y
salí por la ventana que use de entrada.
Como si las cosas no fueran ya muy extrañas, cuando salí de Pueblo
Primavera para comenzar mi aventura y puse un pie en la hierba alta, era
casi imposible que me atacara un pokémon salvaje. Normalmente, iría por
un camino distinto para evadir la hierba más tarde durante el juego,
pero al principio disfrutaba de subir el nivel de mis pokémon…por lo que
no ser capaz de encontrar algo con lo que pelear era un poco
frustrante.
Después de varios minutos de caminar hacia delante y atrás en los
recuadros de hierba, finalmente me encontré un pokémon. Un sentret, nada
fuera de lo ordinario, pero cuando iba a enviar a mi Totodile y elegir
el único movimiento útil que tenía en ese momento –Arañazo-, el pokémon
huyó. Estaba bastante confundida, los pokémon salvajes nunca huían…al
menos no ese pokémon. Después de unos cuantos intentos más, todos los
encuentros terminaron igual, por lo que decepcionada continué hasta
Ciudad Cerezo.
Justo antes de entrar al a ciudad, reconocí ese área antes de la
ciudad como el lugar donde Silver caminaba al principio del juego. Al
entrar en la ciudad, me encontré con Gold, quien sin decir nada me
desafió a una batalla. Su pokémon, Cyndaquil, ya era de un nivel un poco
más alto que el mío (Todavía estaba atrapado en el nivel 5, mientras el
ya estaba en nivel 7) e incluso cuando tenía la ventaja de tipo, el me
venció. Antes de desmayarme, el sprite de Cyndaquil se cambió por el de
Gold…se veía decepcionado.
Después de salir del centro Pokémon de Ciudad Cerezo –No lo había
usado antes, pero al parecer era mi única opción-, caminé hacia el lugar
donde Gold me había desafiado solo para darme cuenta que no podía
volver a luchar con él a estas alturas.
El juego se estaba poniendo un poco molesto ahora: no tenía dinero,
ni pokégear, ni pokédex, y era incapaz de luchar con pokémon salvajes.
Afortunadamente, una vez entré en la ruta 30, había otros entrenadores
con los cuales podía luchar y fácilmente vencer…aunque ninguno de ellos
parecía querer hablar conmigo luego de que ganara.
Para entonces, había entrado a Ciudad Malva, pero el nivel de mi
pokémon era aún muy bajo como para vencer al líder. Pero con el dinero
que gané de los entrenadores con los que luché antes, pude al menos
comprar algunas pociones, así que sentí que estaba listo. Los
entrenadores del gimnasio eran lo suficiente débiles como para que solo
me viera obligado a usar dos de las pociones que compré, y pude subir de
nivel una vez. Aún así, cuando enfrenté al líder de gimnasio, probó ser
demasiado para mí y perdí. Después de ganar, el hizo lo mismo que
Gold…y se veía decepcionado, tal como él.
Cuando la batalla terminó, no me desmayé, sino que tuve que aguantar
un sermón sobre tratar a los pokémon correctamente, de parte del líder.
Una vez terminó de hablar, recibí una opción de una sola palabra:
“¿Robar?”
Elegí la única opción que me daban, “Sí”.
Silver dio un paso atrás y se lanzó contra el líder, mandándolo
varios cuadros hacia atrás. Otro dialogo apareció informándome que había
robado la medalla del gimnasio, la MT 31, y 500 $.
Luego de eso, me desmayé.
Y así continuó el juego, siendo yo posible de vencer a los
entrenadores débiles que encontraba en las rutas y en los gimnasios,
pero siempre perdía contra los lideres y me veía obligado a robar sus
medallas. La opción de “robar” también funcionaba en gente que
normalmente te daría un objeto en el juego, y así fue como obtuve
objetos clave como el Buscaobjetos, la bicicleta, el rociador de agua,
MO’s y muchos más…de otra manera no me los daban.
Cualquiera con quien hablaba se negaba a devolverme la charla,
saludándome solo con un escueto “…” o dándome sermones sobre como tratar
correctamente a los pokémon…y también la Enfermera Joy comenzó a
tratarme así. Para cuando había llegado a Ciudad Trigal, cada vez que me
desmayaba, la enfermera me regañaba.
Los pokémon salvajes seguían evitándome, y si quería que mi equipo
mejorara debía de esperar que las pokébolas que usara atraparan al
pokémon al principio. Lo que hacía más extrañas las batallas con pokémon
salvajes era que incluso cuando hacía que los pokémon se quedaran en la
batalla con Mal de ojo, el pokémon se desmayaba. Literalmente. Después
de usar Mal de Ojo –si podía atacar primero, ya que el pokémon enemigo a
veces tenía más velocidad que el mío-, antes de que pudiera elegir otro
movimiento, el pokémon salvaje se desmayaría solo.
La ventana de dialogo decía “ ¡El –Inserte nombre de pokémon- se forzó a si mismo a desmayarse!” y la batalla terminaba.
La única cosa que parecía seguir normal al menos para mí eran las
batallas con el equipo Rocket. Siempre ganaba contra ellos y siempre me
trataban como un niño entrometido que se metía en su camino.
El resto del juego hasta cierto punto no es muy importante. Dejando
de lado ganar y robar, todo era más o menos normal. Mientras mis pokémon
maduraban lentamente debido a perder frecuentemente, sí pudieron
comenzar a quererme ya que los llevaba a cortarse el cabello y esas
otras pequeñas cosas que hacían más grande el lazo de amistad. La última
vez que me fijé, la persona que medía la felicidad del pokémon –uno de
los únicos personajes que me hablaban normalmente- dijo “Esta bastante
feliz”.
Creo que deben pensar que esto no es perturbador en lo más mínimo, y
que debería aceptar que el hack era simplemente un juego hecho para
mostrar el lado de Silver en la historia…bueno, lo acepté y lo era, pero
la historia no terminó aún.
Una vez que finalmente llegué a Kanto –continuando gracias al proceso
de ganar, perder y robar-, me aventuré en Ciudad Verde. En el momento
que puse un pie en la ciudad, la música se cortó. Al principio pensé que
era simplemente un glitch en la programación, y que de ahora en
adelante iba a tener que aguantar un juego sin sonido. Pero quedándome
parado un rato allí, se pudo escuchar un débil sonido que se desvaneció.
Ahora estaba seguro que la música se había arruinado, como si tratara
de reproducirse, pero no podía. Pero cuando di un paso atrás hacia la
ruta de la que vine, la música volvió perfectamente…era solo la Ciudad
Verde la que estaba silenciosa.
Ahora estaba curioso, por lo que volví a la ciudad silenciosa y
comencé a explorar. No había una persona a la vista…nadie en el
exterior, nadie en las casas, ni siquiera había gente en el pokémercado y
el centro Pokémon. La ciudad estaba enteramente vacía…solo el silencio y
el ocasional sonido suave que todavía no podía identificar.
Cuando caminaba hacía el gimnasio, el sonido se hizo más alto. Supuse
que el ruido venía de adentro, por lo que me adentré en el gimnasio.
Allí adentro tampoco había nadie, pero eso era de esperarse, el gimnasio
estaba vacío incluso en el juego original.
El ruido no se escuchaba aquí, pero todavía estaba mortalmente silencioso.
Camine hacia donde el líder de gimnasio acostumbraba a estar, y pasé de
ese punto para chocar contra la pared de ladrillo –Hago eso a veces, me
gusta el sonido- y entonces fui transportado a otra habitación…La pared
escondía unas escaleras.
El lugar estaba también en silencio mortal…pero el sonido comenzó a
sonar de nuevo. Era mucho más alto esta vez, y pude identificar un
montón de sonidos agudísimos al azar…que juntos, sonaban como gritos.
Ahora ya deberían imaginar que mi corazón estaba latiendo muy
fuerte…no soporto los gritos –o cosas que suenen como gritos- a causa de
una desafortunada experiencia con una muy real casa encantada a la que
fui cuando tenía tres años…pero estoy divagando.
A pesar de que mis manos temblaban y mi corazón latía
insoportablemente, exploré la habitación, que estaba teñida de un rojo
apagado como en Pokémon Rojo. La habitación seguía un patrón
zigzagueante y los gritos sonaban al azar, algunos cortos, otros largos y
exagerados…sonaba como si estuvieran torturando a alguien.
Mientras continuaba por los pasillos zigzagueantes, me encontré con
varias imágenes perturbadoras: sprites de NPC’s sin cabeza, o cabezas
sin cuerpos. Siempre que trataba de examinar los cuerpos, Silver decía
“No mires…”
Los cuerpos y cabezas se volvieron cada vez más frecuentes a medida
que avanzaba, obstruyendo el camino y dejándome poco espacio para
caminar…y los gritos se hacían aún más frecuentes.
La pantalla comenzó a parpadear mientras caminaba, justo como lo hace
cuando un pokémon esta envenenado…pero estaba segura de que ninguno de
ellos lo estaba. Solo por si acaso abrí el menú de mi equipo para
chequear. Ninguno de mis pokémon estaba envenenado, pero su salud había
comenzado a disminuir. En un intento de arreglarlo, tome una súper
poción de mi mochila y traté de utilizarla en Feraligatr.
Una ventana de dialogo apareció diciendo “No tendrá ningún efecto.”
Ahora estaba perturbado, sabía que nada de esto debía pasar. Sin
tenerlo en cuenta, continué avanzando, esperando que cuando se
desmayaran por esto, sería devuelto a un centro pokémon y las cosas
volverían a la normalidad.
…Fui estupida al asumir eso…
Continué a lo largo del mórbido camino, con la pantalla parpadeando.
Comencé a notar que incluso Silver caminaba más lento…No sé qué, pero
algo estaba absorbiendo tanto las energías de mis pokémon como las mías.
Finalmente, Silver paró cuando la ventana de dialogo saltó para
decirme que todos mis pokémon estaban desmayados…pero no decía lo que
esperaba.
Decía “ESTAN TODOS MUERTOS”.
Para entonces ya estaba lista para llorar, pero no pude pararme a mi
misma de intentar llegar al final de esta perturbadora experiencia…si no
hacía esto ahora, simplemente me vería tentada de intentarlo
nuevamente…
Finalmente, llegué a la habitación central, que estaba teñida de un
profundo rojo…asumí que era para simular el hecho de que la habitación
estaba llena de sangre, aunque solo había unos pocos cuerpos
desparramados por ella. En el centro, había unas pocas figuras, un
hombre, un pokémon inidentificable, Gold y otro pokémon que solo pude
asumir que era su Typhlosion.
El Typhlosion de Gold atacó al pokémon del hombre, pero fue abatido
rápidamente, haciéndose el sprite primero rojo, luego gris, y luego
desapareciendo…el pokémon del hombre lo había matado.
El sprite de Silver dio un paso solo y el hombre finalmente notó su presencia.
GIOVANNI: Ah, hijo, ya llegaste. Viniste a ver la defunción de tu rival, ¿no?
Esto causo que Gold se diera vuelta para mirarte. Lo único que decía era “…”
Silver continuó moviéndose solo: Se acercó al hombre y lo golpeó,
lanzándolo hacia atrás…lo cual obviamente enfureció a Giovanni.
GIOVANNI: ¿Vas a ayudarlo?
¡Te has hecho tan débil como los demás!
Si te parece que vale la pena salvarlo…
…¡quizás debería mostrarte que no tiene sentido vincularse!
¡MEWTWO, hazte cargo de él!
Mewtwo obedeció las órdenes de su creador y se acercó a Gold. Todavía
no estoy muy seguro de lo que hizo en realidad, pero golpeó a Gold,
causando que grite mucho más alto que antes, mientras su sprite perdía
la cabeza y se desvanecía de rojo a gris.
GIOVANNI: Te dije hace mucho tiempo, Silver, que la vida se trata de manipular o ser manipulado.
Los pokémon no son más que herramientas.
Las personas no son más que herramientas.
Después de que cumplen su cometido, no sirven para nada…
…
MEWTWO.
¡Mátalo!
El Mewtwo no obedeció esta vez; las palabras de Giovanni debieron haberlo enfurecido. Se volteó hacía el y realmente habló.
MEWTWO: …Tú ya no eres útil…
Golpeó a Giovanni tal como hizo con Gold y Typhlosion, pero el grito
que Giovanni produjo fue mucho más largo que cualquier otro que haya
escuchado…Mewtwo estaba torturándolo.
Finalmente, el grito se desvaneció en la nada y el sprite de Giovanni
hizo tal como el de Gold…dejando solos a Silver y a Mewtwo vivos en la
habitación. Entonces Mewtwo me enfrentó, y supe…supe que no iba a durar
mucho más…
MEWTWO: …Inútil…
Me golpeó, iniciando una batalla en la cual era completamente incapaz
de participar. Mi sprite estaba en el lugar del pokémon, mi salud había
disminuido a la mitad, pero sabía que no importaba de todas maneras.
Estaba perdido. Elegí correr, pero no pude…elegí atacar, pero no había
ningún movimiento que usar…Lo único que podía hacer era pararme allí
mientras Mewtwo usaba Psíquico en la imagen indefensa de Silver.
Incluso con el sonido bajo, el grito que vino de Silver era
perturbadoramente alto, mucho más alto que cualquiera de los anteriores.
Incluso mientras la pantalla de batalla se desvanecía, el grito
persistió hasta que el sprite de Silver se convirtió en rojo y luego en
gris – lo qué ahora asumo que simboliza lo frío de la muerte…-…Silver,
junto con Gold y todos los que fueron lo suficientemente desafortunados
como para merodear por ese lugar de Ciudad Verde, estaban muertos.
La pantalla se desvaneció volviéndose negra, todo excepto el sprite
de Mewtwo, que seguía en el centro de la pantalla. Mi mente paranoica
inmediatamente me hizo pensar que en cualquier momento se iba a voltear a
matarme de alguna manera, pero la palabra “FIN” apareció justo debajo
de él, y la pantalla finalmente se volvió negra, y me devolvió a la
secuencia del inicio del juego.
Todavía no estoy segura de por que hicieron este juego, porque
alguien simplemente lo metió en una caja para vender y porqué resultó
que yo lo encontré…Pero puedo asegurarles que no pondré mis manos en
otro juego encontrado al azar…o es nuevo, o no me atreveré a tocarlo.
Este juego que acabo de describir se escapó de mi posesión desde la
primera vez que lo jugué…No tengo idea de donde esta, pero espero que se
este pudriendo en un pantano cualquiera. Si llegas a encontrar un
cartucho con una cruz roja en donde debería estar la etiqueta…no lo
juegues…la experiencia de jugarlo puede cambiarte para siempre…
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